Las escuelas de management trabajamos fuertemente para responder a las necesidades de formación del siglo xxi. Para conseguirlo, es necesario trabajar en la incorporación de nuevos procesos en nuestro propio negocio de la educación. También debemos incorporar tecnologías y formatos que otros sectores ya toman como naturales.
Asimismo, debemos incorporar en los contenidos académicos las nuevas competencias, disciplinas y áreas de conocimiento que la revolución actual hace aparecer. Me refiero al conocimiento sobre blockchain o el internet de las cosas, por ejemplo. Y es necesaria también la incorporación de nuevas fórmulas de creación de conocimiento, basadas en la cocreación, la combinación de contenidos de dentro y fuera y la participación activa del alumno en esta producción.
Por todo ello, necesitamos pasión, apertura al cambio y capacidad para afrontar riesgos. Y creo que en la BSM hemos encontrado un buen equilibrio entre estos tres factores y el hecho de no arriesgar la esencia de lo que somos, una escuela de management, y de dónde venimos, de una universidad, la UPF, que destaca por su rigurosidad.
Carme Martinell
Directora general de la BSM