Vivimos en un mundo de cambios rápidos y constantes, surgen nuevas profesiones o se reinventan las existentes. Las empresas y la sociedad reclaman nuevas competencias a los profesionales: mayor capacidad de crear soluciones nuevas a problemas complejos, criterio para trabajar con datos, pensamiento holístico, analítico y crítico. Profesionalizarse hoy no responde únicamente a un interés en especializarse o reciclarse en conocimientos adquiridos, hay una voluntad de aprender a responder a las nuevas necesidades de la realidad cambiante.

Hoy, el aprendizaje continuo ha dejado de ser una necesidad puntual y ha pasado a ser una actitud, especialmente para las nuevas generaciones digitales, más ágiles para adaptarse a los cambios acelerados y aprender cosas nuevas cada día.

Sin embargo, enseñar conocimientos es relativamente fácil. Lo más complicado son las actitudes. Es por ello que en la UPF Barcelona School of Management ya no entendemos la formación como la transmisión de conocimientos sino como la estimulación de cada participante para explorarse y extraer lo mejor de sus talentos internos.

En esta nueva edición del Quorum, nuestros expertos académicos nos hablan de esta actitud hacia el conocimiento y de cómo la formación superior pasa a ser una experiencia vital en sí misma que transforma a las personas y las capacita para afrontar nuevos retos y encontrar soluciones transformadoras para la sociedad.