Prepararnos para ‘lo real’

Hace poco en el Máster en Documental de Creación, Alan Bergalá, cineasta y critico francés pionero en la introducción de la enseñanza del cine en el sistema educativo escolar nos recordaba la diferencia lacaniana entre dos conceptos: “la realidad” y “lo real”. La realidad es aquello que vemos, lo que está fuera de nosotros ante nuestros ojos, para ser visto y fotografiado, para mostrar a los amigos después de un viaje al otro lado del mundo. “Lo real” , en cambio, es aquello que se esconde, aquello inmostrable, que sólo aparece cuando menos lo esperamos, o cuando esperamos sin buscarlo. “Lo real” es lo que emerge. Podemos provocarlo, incluso prepararlo, pero lo real aparecerá cuando quiera, y siempre en un lugar donde el sujeto que piensa jamás pueda encontrarlo. La construcción de sentido es el mayor enemigo de “lo real” –decía Bergalá-. Por eso, en la vorágine de buscarle sentido a todo, y en el afán de la producción y la eficiencia, muchas veces, nos perdemos el contacto con algo tan intangible como lo real. Se nos escapa, ante nuestros ojos, sin que lo hayamos visto.

No es extraño que grandes cineastas de lo real, como Frederic Wiseman, honoris causa del pasado año, alguien que ha retratado las mayores instituciones de su país, Estados Unidos, confiese a los medios que no ve películas actuales ni ve series de TV. Su única referencia fílmica es Chaplin. O que Victor Kossakovsky, el cineasta ruso que filmó en las antípodas, lleve a los alumnos al museo y les convenza de que sin haber leído Los hermanos Kalamazov o Guerra y Paz, no habría hecho ni una de sus películas.

La cultura, el arte, la literatura, o cualquier expresión artística, es la que nos prepara para “lo real”, para mirar el mundo de otro modo, y finalmente para vivirlo de otro modo. Hagamos lo que hagamos en nuestro día a día nos ofrece las herramientas para que cuando emerja lo real seamos capaces de verlo y llevarlo hasta aquello que estamos haciendo. Y así, convertirlo en algo único y singular, algo que nadie más que nosotros pueda hacer. Porqué contiene nuestra mirada, nuestra manera de hacer visible “lo real”. Y eso no depende de los recursos ni de la posición que vayamos a obtener, sino sólo de nuestra conciencia.