13 Educación y Cultura

04.04.2018

Barcelona, un recorrido desde las geohumanidades

Antonio Luna

“Walking is to thinking what seeing is to Reading. Walk Barcelona, walk it with no sense of destination, let your imagination be tempted by the urban stroll” (Mauricio Tenorio, 2015)

Pensar la ciudad es también una forma de cultura, especialmente si le incorporamos el conocimiento de la historia, los imaginarios culturales y la experiencia de sus habitantes. La ciudad es el espacio donde confluyen las formas de comunicación y de acción, la diferencia, la diversidad cultural y la heterogeneidad social. Barcelona no es una ciudad laberíntica, más bien todo lo contrario, las diferentes fases históricas se suceden en la ciudad en forma de mosaico donde las diferentes etapas históricas han dejado su huella . Como decía Robert Hughes (1992)“Barcelona is really three cities, sharply distinct in carácter, the newest enclosing the older, in which the oldest is set”. Una ciudad por tanto orgullosa de su pasado que conserva elementos de su historia en barrios como el Gótico, el Born o el Raval, pero también esparcidos por otros rincones de la ciudad. Una ciudad que preserva sus tradiciones y su propia identidad con monumentos importantes que recuerdan los momentos clave en la historia de Cataluña, como el Fossar de les Moreres, o los restos del Centre Cultural del Born.

También es una ciudad con una gran vocación internacional, como lo demuestra edificios medievales como la “llotja de mar” o las “drassanes”, pero que ha mantenido este pulso en época contemporánea con exposiciones internacionales, o juegos olímpicos y que han dejado espacios emblemáticos de la ciudad actual como la montaña de Montjuich, el parque de la Ciudadela, el edificio Fórum o la Vila Olímpica. Es también una ciudad que siempre ha intentado estar en la vanguardia del urbanismo y la arquitectura para mejorar su posición entre las ciudades del mundo y como lo sigue haciendo ahora como sede de las nuevas tecnologías de las “Smart Cities”. Así lo hizo también con el diseño del ensanche de Cerdá en el siglo XIX y lo ha vuelto hacer a finales del siglo XX con una de las renovaciones urbanas más celebradas internacionalmente. Pasado y Futuro, Local y Global, eso es sin duda Barcelona, un laberinto de oportunidades para entender sus múltiples capas y realidades desde una perspectiva que aúna lo cultural y lo espacial en lo que se ha venido a llamar las geohumanidades.

El año 1999 la ciudad de Barcelona recibió la “Royal Gold Medal” del Royal Institut of British Architects (RIBA). Fué la primera vez que este prestigioso premio recaía en una ciudad en vez de en un arquitecto. El anuncio del premio resaltaba el papel fundamental que la coordinación de las diferentes ramas del gobierno, los ciudadanos, y los técnicos y diseñadores urbanos habían tenido en la creación de un espacio cívico para el siglo XXI.

En el discurso de aceptación de este premio, Oriol Bohigas el arquitecto que había estado a cargo del proyecto de transformación de la ciudad previos a la cita olímpica de 1992, planteó la ciudad a partir de 10 puntos que plantean esta idea integradora de la ciudad y el respeto por el pasado y la proyección hacia el futuro. Casi veinte años después de este discurso algunos elementos que Bohigas (1999) avanzaba se han cumplido, mientras que otros han entrado en desuso o se han olvidado y tal vez se deberían repensar. Agruparé estos diez puntos en cinco grandes ejes para explicar brevemente las transformaciones recientes de la ciudad de Barcelona.

Pensar la ciudad. Según el texto de Bohigas la ciudad es un fenómeno político y está cargada de ideología y práctica política, y en segundo lugar, la ciudad debe ser pensada como el espacio de la colectividad, y por tanto el urbanista debe diseñar la ciudad como el contenedor de esta colectividad en toda su diversidad. En los últimos treinta años Barcelona se ha convertido en una ciudad mucho más diversa, y como tal ha seguido cumpliendo esta función de contenedor pero tal vez faltaría visión política hacía donde se quiere ir en el futuro. En los últimos años han ido apareciendo multitud de proyectos interesantes en el ámbito del transporte urbano (proyecto super-illes, carriles bici), o en la creación de nuevas infraestructuras (estación de la Sagrera, plaza de las Glorias), o proyectos en el campo de las nuevas tecnologías, o en el de la creación de clusters tecnológicos o científicos; proyectos no han faltado en todos estos años pero tal vez ha faltado un relato aglutinador y ilusionante que pudiera mantenerse algunos de estos proyectos más allá del ciclo electoral.

Sentir la ciudad. En el ámbito de las geografías emocionales, los sentimientos afloran de forma espontanea en la ciudad, en sus espacios públicos, en sus calles, en sus entornos construidos y en los no-construidos. El espacio público es la ciudad, el lugar donde se dan la superposición de las singularidades y las diferencias y donde aparecen los conflictos pero también es el lugar donde se crean las soluciones y donde se facilita la cohesión social. Barcelona está llena de estos espacios de cohesión, (la playa de la Barceloneta, o los parques de Montjuich, la Rambla del Raval) en los últimos treinta años se ha avanzado mucho en la calidad de nuestros espacios públicos que han atraído gente de todo el mundo por la calidad de estos espacios de encuentro. Tal vez de nuevo en los últimos años se ha primado en algunos casos las necesidades de algunos visitantes y los beneficios de unos pocos y se ha olvidado las necesidades de esa gente que vive en la ciudad que crea conflictos y busca soluciones.

Mirar la ciudad.. Otro de los elementos del texto de Bohigas es el tema de la legibilidad y el de la identidad. La ciudad tiene que ser leída, y por tanto debe ser legible y globalmente comprensible. La vinculación del discurso local del espacio construido debe dejar leer entre líneas las realidades sociales emergentes y las nuevas identidades híbridas y cambiantes. En una ciudad global como Barcelona han aparecido espacios que reconocen nuevas identidades, como podría ser el llamado Gay-eixample, mientras aún no reconocemos las realidades de barrios y espacios de la ciudad con nuevas identidades emergentes de los nuevos residentes de Barcelona.

Narrar la ciudad. El lenguaje de la ciudad son sus edificios. La arquitectura ha tenido un papel fundamental en la narrativa urbana de Barcelona. Para Bohigas hay que sustituir el urbanismo por la arquitectura y hay que usar la arquitectura como elemento aglutinador que conecte todos los barrios para intentar superar las diferencias sociales entre barrios creando nuevas centralidades. Aquí se han hecho grandes esfuerzos creando nuevos centros como la nueva plaza de las Glorias, con el TNC, el Auditori, o los nuevos encantes, pero también nuevas centralidades como el Parc Central de Nou Barris o las Ramblas del Poblenou o la Rambla de Prim. Esta narrativa de la ciudad crea un relato diverso e integrador y se debería evitar caer en la tentación de los relatos urbanos simplistas y/o excluyentes.

Crear la ciudad. Finalmente la ciudad siempre ha sido un espacio de creación, de crear nuevas realidades, de perseguir utopías, de plantear profecías. La arquitectura y los nuevos agentes sociales han planteado algunos de estas propuestas. Las ideas de una nueva ciudad planteadas por Cerdà en el XIX, o la de Runió i Tudurí a principios del siglo XX siguiendo las corrientes de pensamiento más avanzadas del momento se han continuado con los nuevos planteamientos de la nuevas funciones de una ciudad que aspira a lo global, eventos como los Juegos Olímpicos, o el Fórum, o más recientemente el rol en el mundo de las tecnologías de la información y de las llamadas Smart Cities, plantean nuevos retos pero también nuevas oportunidades creativas para esta ciudad que no deja de ser un laberinto de oportunidades.

Bohigas, Oriol 1999 Ten Points of an Urban methdology. Architecture Review , v.206, no.1231, Sept, p.88(4)
Hughes, Robert 1992 Barcelona The Harvill Press: London
Tenorio, Mauricio 2015. Walking Barcelona. An invitation in Estanislau Roca, Inés Aquilué, Renata Gomes (eds) Walking the City. Barcelona as an urban experience. Barcelona: Publicacions Universitat Barcelona pp.19-24

Antonio Luna

Antonio Luna

Profesor de Geografía de la UPF y director de las rutas del Laberint Festival

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