14 Globalización

20.06.2018

Deus ex Machina: la nueva realidad tecnológica

Elena Antonijuan

Hace pocos días salía un artículo en The Economist que decía que la mitad de los puestos de trabajo eran vulnerables a la automatización. Esta noticia, de por sí, ya es por lo menos, inquietante. Pero el artículo no se quedaba ahí. También decía que los países con rentas medias están más expuestos, con lo que señalaba directamente a países como España, Italia, Alemania, Japón o Chile.

Las nuevas tecnologías como Internet of Things, Inteligencia Artificial y Robótica, vienen a decirnos que estamos ante la cuarta revolución industrial (también llamada Industria 4.0), y que con ella se abre un proceso de cambio ante el cual solo nos queda el “renovarse o morir”. No es la primera vez que nos encontramos con tecnologías disruptivas con gran impacto en la sociedad. Pero el factor diferencial con el que nos encontramos esta vez es que estas tecnologías están interaccionando entre ellas, y esto provoca un desarrollo de las mismas más rápido y a la vez más imprevisible que en otros desarrollos tecnológicos que hemos vivido.

De estas tecnologías, voy a centrarme en la robótica, puesto que es una tecnología que está generando bastante debate social en la actualidad. El término “robot” no es nuevo, aunque actualmente lo encontramos en un gran número de noticias. La palabra robot apareció ya en 1920, en una obra de teatro escrita por un autor checo, y se refería a una máquina que ayudaba en las tareas del hogar. Más tarde, el primer robot industrial se fabricó en 1974 por la empresa ABB (de hecho, este robot aún sigue trabajando en Suecia), y hoy en día el 60% de los robots trabajan en la industria de la automoción, que a su vez es la industria que provoca las disrupciones tecnológicas en este ámbito. Pero el crecimiento en la utilización de la robótica en el futuro lo veremos en los ámbitos fuera de la fabricación, como la logística, la movilidad, la salud, el retail y los entornos colaborativos. Además, la robótica es una tecnología que se está democratizando: no sólo las grandes empresas están robotizando sus procesos, sino que también las PYMES están entrando en esta dinámica por motivos de economía y eficiencia.

Hace una semana, en una conferencia, el director de robótica de ABB hablaba del incremento de dos dígitos que se estaba produciendo en envíos de robots en el mundo. Puede sorprendernos conocer que Asia sea el continente donde más aumentan los envíos de robots (19%), seguido por Europa (12%) y por último América (8%).

Según ABB, el próximo paso, y que condicionará su crecimiento exponencial, será la adaptación del entorno digital a la robótica: cómo vamos a tratar la enorme cantidad de datos que genere y como vamos a interactuar con ellos (por ejemplo, ¿desde nuestro Smartphone?). Será esencial que los robots del futuro sean de fácil manejo, colaborativos y en un entorno digital.

Tratemos ahora el impacto que este crecimiento puede tener en el mundo laboral. Hoy en día, ya estamos viendo que el robot no sólo sustituye a operarios industriales. A modo general, tenemos que plantearnos que todas las tareas repetitivas, sean en sectores industriales como de servicios, pueden ser susceptibles de ser automatizadas. Veamos el reciente ejemplo de la ciudad de Dubai, que pone a disposición de los ciudadanos herramientas digitales como la llamada Smart Decision Making Platform, que recomienda dónde poner un nuevo local o dónde comprar una nueva casa, según las preferencias del usuario, o la Smart Majlis (Majli és el nombre de las asambleas donde se toman las decisiones en las comunidades), donde los ciudadanos pueden tomar una foto de un servicio que le guste, mandarla vía la plataforma al gobierno de la ciudad, y en 2 semanas recibirá una respuesta sobre si se aplica o no. Hoy en día, hasta el gobierno de una ciudad es automatizable.

Así pues, no se trata sólo de la disyuntiva entre “blue collar” (trabajos de operario) vs. “white collar” (trabajos de administrativo). Se trata de las tareas repetitivas vs. las creativas. Sólo estas últimas sobrevivirán. Pero, aun así, es necesario adaptarse a la velocidad de transformación que nos rodea e incorporar mucho más la formación y el desarrollo continuo en los trabajadores. Para eso, tanto la administración pública como la empresa privada tienen por delante una labor ingente de sensibilización de la sociedad y tendrán que dar facilidades para que los trabajadores puedan formarse en base a esta nueva realidad.

Como conclusión, nadie pone en duda que en los próximos años habrá una sustitución de puestos de trabajo por la automatización. Además, esta sustitución afectará a todos los sectores de la economía global. En mi opinión, el factor clave es si esta sustitución va a producirse a corto plazo o a medio plazo. En el primer caso, podríamos encontrarnos ante una situación de pérdida de empleos masiva y difícil de gestionar. En el segundo caso, puede dar margen suficiente para que las nuevas generaciones se formen según las necesidades tecnológicas que requieran los nuevos puestos de trabajo asociados a esta realidad, y también para que las generaciones en las que la adaptación tecnológica/digital es más difícil se jubilen. Aun así, tanto la administración como las empresas deben pensar y actuar con rapidez medidas que den una respuesta sectorial, formativa i organizacional al nuevo entorno empresarial que llegará en los próximos años.

Elena Antonijuan

Elena Antonijuan

Responsable Institucional del área de promoción de ACCIÓ

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. * Campos obligatorios


Puedes usar las siguientes etiquetas y atributos HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>

* Campos obligatorios